0835- ZOMBEAVERS (2014)

    Un grupo de jóvenes pretende pasar un fin de semana de diversión, alcohol y sexo. Sin embargo, su plan de juergas se truncará al cruzarse en su camino un grupo de castores zombies que tratará de alimentarse de ellos.
    "Zombeavers" ("Castores Zombies") parte de una premisa que ya suena a chiste, y por supuesto no es otra cosa que una broma pesada prolongada a lo largo de 74 minutos. Sería como si a la original "Evil Dead" le hicieran una serie de "arreglillos", sustituyendo a los demonios poseídos de antaño por castores rabiosos que han bebido de un barril furtivo de deshechos químicos.
     Se ve a la legua que las pretensiones han sido las justas, no solo por el tono tan informal de comedia bastorra, al intento de mezclar todos los tópicos conocidos de las cintas ochenteras de cabañas solitarias en medio de la nada. Aquí la salvedad reside en agitar la coctelera insertando como ingrediente distintivo a a estos simpáticos e inofensivos bichejos, convertidos para la ocasión en implacables ¡castores zombies!


     El desarrollo e ideas se agotan a las primeras de cambio, además estos animalitos de peluche pierden parte de su encanto cuando son mostrados de cerca. Eso a pesar de que no hay mas que leer el argumento para darse cuenta que uno debe ir predispuesto a observar cualquier desfachatez.
    Si que hay alguna escena digna de recordar, como la del perro lanzado al agua de un lago para ser sacrificado, o las casposísimas transformaciones de los humanos en... vaya usted a saber el que. Aunque poniéndonos serios creo que pudo dar mucho más de sí el ejercicio cafre. ¿Os acordais de "Critters"? Al menos supieron sacarle más tajada a los bichos en casi igualdad de condiciones.


    Los defectos achacables al ejercicio fílmico son numerosos, por citar algunos encontramos: ese guión tan cutre que apila en una montonera todos los clichés conocidos, las actuaciones lamentables por parte de todo el reparto, ese derroche de diálogos pésimos de hacérselo mirar incluyendo una retahila de chistes tan malos y pérfidos como los propios castores. Sin olvidarme de una puesta en escena paupérrima o la iluminación deficitaria que se diluye entre claroscuros... Creo que ya ha quedado claro a que clase de subproducto nos enfrentamos.


    En cambio, si te gustan los despelotes gratuitos de chicas de buen ver, la casquería exenta de CGI con aceptables efectos especiales artesanales, el cine bizarro de siempre, o la vida loca y despreocupada exenta de cualquier tipo de prejuicios... Esta es tu película.
    Recomendable para ver en una sesión doble junto a "Ovejas Asesinas" rodeado de amigotes, sin que falten litronas para ir absorbiendo con benevolencia aberración tras aberración. Después de ver ambas os propongo un juego: encontrar las siete diferencias entre estos simpáticos e inofensivos animalitos transformados en monstruos carnívoros.
    Su estreno se produjo en España durante el reciente Festival de Sitges y aunque será difícil volverla a ver aquí en pantalla grande, llegará a distribuirse en diferentes formatos domésticos sin tardar demasiado.
  
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